Duela urte batzuk, ‘Ezagutu Barakaldo’-k, Aste Santua zela eta, Jaime Cortázar-ek sinatutako artikulua argitaratu zuen; bere interesagatik, laburtzen dugu.
«Habían transcurrido siete años desde aquel primero de septiembre de 1897 en que el intrépido y animoso salesiano guipuzcoano don Ramón Zabalo Alcaín, llegaba a Barakaldo para hacer realidad los deseos benefactores de doña Luisa y doña Joaquina Echávarri y establecer unas escuelas profesionales en las instalaciones y terrenos cedidos al efecto por dichas damas. No exentos de dificultades y en algunos momentos de dudas, los inicios de la obra a desarrollar se superaron aceptablemente.
El 20 de Diciembre de 1904, el italiano don Ángel Tabarini es nombrado director de la Casa de Barakaldo; venía de Santander donde había promovido unos Talleres de Artes y Oficios cuya utilidad de servicio a la sociedad tuvo ocasión de comprobar en su anterior destino de Sarriá. Por eso ahora consciente de las características sociales y laborales de nuestro pueblo, además la vecindad de poblaciones similares y su cercanía a Bilbao, le animaron a abordar una obra de mayor envergadura.
Su aguda intuición y una no menor audacia le impulsaron definitivamente a cambiar las estructuras de la casa que recibió de don Ramón Zabalo. Para ello, a partir del año 1905 comenzó el curso ampliando el alumnado externo y acogiendo también alumnos internos. Al año siguiente se abrieron los talleres de carpintería y sastrería y en 1907 se inauguró el de escultura.
Para dirigir esta última disciplina, don Ángel Tabarini, puso al frente a un joven gallego, Francisco Asorey González, que acababa de terminar brillantemente sus estudios de oficial escultor en las Escuelas Profesionales Salesianas de Sarriá, iniciando así en Barakaldo su andadura artística y docente. Francisco Asorey González, había nacido en Cambados (Pontevedra), el 4 de marzo de 1889. (…) Su padre, inicialmente reticente a admitir la vena artística de su hijo, recapacitó y supo encauzarle enviándole a la edad de 14 años al citado centro educativo de Sarriá en Barcelona, donde se formó junto al escultor Parellada. Se inició, así, un período que le sirvió para vivir de cerca el noucentismo catalán y las inquietudes renovadoras frente al modernismo imperante. El joven Asorey logró tales progresos que, apenas tres años después, en 1906, cuando contaba 17 años, se había convertido en profesor de dibujo y escultura.
Pues bien, con este excelente bagaje y pleno de ilusión comenzó su labor docente en Barakaldo y como al principio el alumnado era escaso, libre de otras ocupaciones didácticas, Asorey montó un taller de imaginería del que saldrían numerosos encargos. (…) La obra ‘Crucifijo’, policromada más tarde en Sarriá y bautizada desde entonces como ‘Cristo del Perdón’, se hizo merecidamente célebre. En realidad esta imagen formaba parte del grupo escultórico de ‘La Piedad’, juntamente con las de ‘San Juan y La Dolorosa’. (Actualmente en paradero desconocido) (…)
Desde aquellos años hasta nuestros días el ‘Cristo del Perdón’ está expuesto a la veneración de los fieles en su capilla de la Iglesia del Colegio Salesiano, donde la perfección y belleza de su figura cautivan y emocionan a cuantos la contemplan, como así mismo ocurría cuando durante más de veinte años, en las celebraciones de la Semana Santa, era paseado procesionalmente por las calles de Barakaldo acompañado de los componentes de la cofradía de la que este Cristo era titular: ‘Hermandad Penitencial del Cristo del Perdón’, de la Asociación de Antiguos Alumnos Salesianos, que fue fundada por iniciativa de su Junta Directiva en el año 1950″.
(Artikulu osoa irakurri ‘Ezagutu Barakaldo’-n)
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—- | Francisco Asorey González | — | ‘San Joan’ eta ‘Dorletako Ama Birjina’-aren balizko irudiak (1959ko argazkiak) |