19 - 05 - 2024

Hamaika egun Polonian

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   Jada egun batzuk pasatu dira gure itzuleratik eta balantzea egiteko sasoia da.

   Ya han pasado unos días desde nuestro regreso y es tiempo de hacer balance.

La experiencia vivida por alumnos y profesores en Ostrów-Wielkopolski nos ha servido para reforzar los lazos con la comunidad educativa del colegio que las salesianas tienen en esta localidad polaca. Pero además, hemos comprobado la importancia que tiene la dimensión europea en la educación de nuestro alumnado. El lunes 9 de junio, durante la recepción que nos dispensó la vicealcaldesa de Ostrów, Marlena Maląg, insistimos una y otra vez en el carácter “revolucionario” de este intercambio, pues nos invita a revisar nuestros enfoques educativos y a mejorarlos a través de la colaboración y del aprendizaje mutuo. Indudablemente, nuestros métodos se están viendo enriquecidos a través de los contactos que mantendremos con nuestros socios polacos durante este curso escolar y el siguiente.

¿Y qué decir de Polonia? Hemos podido conocer tres de sus principales ciudades, Varsovia, Cracovia y Breslavia (Wrocław), captando de primera mano la cultura e historia polacas. El impresionante Palacio de la Cultura (“regalo” de Stalin al pueblo polaco…) y la Ruta Real, ambos en Varsovia; la Ciudad Vieja (Stare Miasto) y la colina de Wawel, donde junto al río Vístula se levantan majestuosos el castillo y la catedral, en Cracovia; La animada Plaza del Mercado o los innumerables puentes sobre el río Oder de Wrocław… Todo ello siempre permanecerá en nuestra memoria.

No obstante, otras visitas también han formado parte importante de nuestro programa: los santuarios de Częstochowa, centro espiritual de un país cohesionado en torno a su patrona, la Virgen Negra, y el de la Divina Misericordia de Łagiewniki, donde vivió y murió santa Faustina Kowalska, nos mostraron la importancia de la fe católica en la historia y en el día a día de Polonia. Wadowice, pueblo natal de san Juan Pablo II, también fue parada obligatoria durante nuestra estancia.

Pero es obvio que no nos podemos olvidar de un lugar, uno de los que más expectación generó en nuestros alumnos antes del viaje. Visitar los campos de concentración de Auschwitz I y II (Birkenau) difícilmente se olvidará. La impresión y tristeza que estos lugares de muerte y tortura produjeron en nosotros renovaron nuestra firme convicción de apostar por la paz, por la vida, por la fraternidad… El momento más emotivo se vivió cuando encendimos una vela con la imagen de Don Bosco y María Auxiliadora y la depositamos junto al muro de los fusilamientos. Fueron unos instantes de oración y de silencio donde las lágrimas aparecieron… Y es que muchos de los alumnos que formaban parte de nuestra expedición han trabajo y profundizado a lo largo del año en el Holocausto, llegando incluso a contactar con un superviviente de Auschwitz, Darío Gabbai.

Leer: Un superviviente de Auschwitz se pone en contacto con alumnos de 1º de Bachillerato

Las visitas y excursiones se complementaron con las actividades en el colegio, centradas en el análisis de las leyendas vascas y polacas, en el estudio de dos científicos y humanistas, Nicolás Copérnico y Fausto Delhuyar (el segundo, de origen vascofrancés), así como de los artistas Picasso y Matejcko. Zofia Szafałowicz, encargada del proyecto, junto con Ewelina Ludwiczak y Magda Droszcz prepararon con todo detalle una apretada pero interesante agenda, donde no faltaron actividades deportivas y baile. De hecho, durante la fiesta colegial (popular, muy semejante a nuestra cena de María Auxiliadora en el patio) unas alumnas pudieron bailar –para asombro de las familias presentes- un par de Euskal Dantzak. Asimismo, Óscar González y Jon Iñaki Telletxea, profesores acompañantes del grupo de estudiantes barakaldeses, impartieron al alumnado del centro polaco clases de Historia de España –el primero- y de Euskara y Cultura Vasca –el segundo-. Óscar también presentó en la antigua Sinagoga de Ostrów ante un nutrido grupo de asistentes una conferencia centrada en el País Vasco.

La despedida, como todas, estuvo llena de momentos muy emotivos. El principal, la velada celebrada con las familias que acogieron a nuestros alumnos, junto a uno de los lagos de Ostrów. Las lágrimas no se podían reprimir y, hasta cierto punto, eran bienvenidas porque mostraban el cariño y el afecto que han surgido entre nosotros. Porque lo mejor de Polonia es su gente…

Agradecidos por haber vivido estos días en Ostrów-Wielkopolski, y orgullosos de pertenecer a la gran Familia Salesiana, que no conoce fronteras ni distancias, aceptamos el reto de seguir mejorando y ampliando nuestros objetivos. Es momento de afrontar el segundo año de “Different roots, same language” (Diferentes raíces, idéntico idioma), un proyecto que está cambiando y “revolucionando” nuestras vidas. Dziękuję i do widzenia! Mila esker eta laster arte! ¡En septiembre nos vemos de nuevo en Barakaldo!

Testua: Oscar Gonzalez

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